Aprender una nueva técnica de caminar es uno de los múltiples beneficios que nos aporta el Nordic Walking. La posición de nuestro cuerpo, la longitud de la pisada o el apoyo del bastón determinarán tus nuevos pasos. De hecho, la Marcha Nórdica te ayudará a corregir los pequeños defectos que tengas a la hora de andar; como tener un paso no natural o mal sincronizado, llevar la espalda inclinada o realizar un mal apoyo del pie.
Caminar bien es muy importante para nuestra salud, tanto si realizamos un deporte que lo implique o no. Cuando nuestra pisada es correcta, los músculos absorben el impacto mejor y nos cansamos menos, ¿pero sabes cómo caminas? Todo deportista que realice una actividad en la que se camina o corre debe conocer su pisada; de esta forma elegirá el calzado más adecuado y evitará lesiones.
¿Qué dice tu pisada de ti?
Todo nuestro cuerpo dice algo de nosotros. La forma de mirar, de pensar, de movernos, de hablar… Nuestra personalidad se refleja en cada acto que hacemos, conscientemente o no. Y por supuesto, también nuestro caminar nos representa.
Diferentes estudios afirman que cada persona tiene su propia forma de andar, única y especial. Adelantando el pie derecho o el izquierdo, moviendo la cadera de una determinada manera, etc. Cualquier detalle nos diferencia del resto del mundo.
Por ejemplo, las personas que arrastran los pies transmiten cansancio e inseguridad; la apatía puede ser otro rasgo que comunican, además de indiferencia ante una situación.
Si por el contrario camina fuerte o marca mucho el paso, la persona comunica seguridad y confianza. Pero siempre con límites, ya que una pisada demasiado fuerte puede trasmitir soberbia. Además, un paso rápido genera la sensación de prisa y nerviosismo; para transmitir un carácter enérgico, la pisada debe de ser más moderada.
Por último, andar con la espalda erguida refleja seguridad y equilibrio emocional y se comunicará lo contrario si se camina encorvado.
Los diferentes tipos de pisadas
La personalidad es mucho más compleja como para adivinarlo a través del caminar. Sin embargo, algo que podemos asegurar al 100% es que las plantillas de las zapatillas se desgastan al pisar. Y la huella resultante cataloga a los deportistas en tres tipos de caminantes: neutros, supinadores o pronadores. Parecen términos desconocidos pero resultan muy útiles a la hora de elegir las zapatillas más adecuadas para ti.
El término pronador define la pisada “hacia dentro”; es decir, la parte más desgastada de la plantilla es la interna. Las personas que caminan con las piernas más juntas son más propensas a ser pronadoras.
Las personas que por el contrario caminan con las piernas más separadas, tienden a ser supinadoras. El peso del cuerpo recae en la parte exterior del pie, desgastándose la plantilla por la zona externa.
Y por último, la pisada neutra deja un desgaste plano, sin sobrecargar la zona interna o externa de la plantilla. Las personas con esta pisada caminan con las piernas paralelas.
Existen diferentes métodos para conocer qué tipo de pisador eres aunque el más común es mirar tus plantillas. Ahora que sabes cómo es tu pisada, ¿sabes qué zapatilla deberías elegir? No te pierdas nuestro próximo artículo, en el que te diremos los diferentes factores que tienes que tener en cuenta a la hora de comprar unas y así disfrutar de la Marcha Nórdica.